El Señor es mi luz y mi salvación.

"Una cosa he demandado al Señor,esta buscaré;que esté yo en la casa del Señor todos los días de mi vida;para contemplar la hermosura del Señor y para buscarlo en su Templo". (Smo.27:4)

sábado, 12 de mayo de 2012

Salto al vacío.


Cierta oportunidad, el pequeño hijo le preguntaba a su padre:

-Papá… ¿Qué es la fe?

Para explicárselo, el papá trajo al niño hasta la boca del sótano de la casa. Bajó la pequeña escalera de madera y dejó al niño arriba. El podía verlo desde abajo, no así el pequeño, que sólo veía una abertura oscura ante sí.

-¿Estás listo, hijo? Preguntó.

-Sí, papá… pero no entiendo…

Desde la oscuridad del sótano, el papá le dijo al niño

-¡Salta hijo!

-¿Qué…? El niño estaba aterrorizado. No podía creer que su padre le estuviera diciendo que simplemente diera un salto al vacío.

-Tú no me puedes ver, pero yo sí hijo. No tengas miedo. Estoy aquí para atraparte entre mis brazos. No permitiré que caigas ni te golpees.

Después de unos instantes de vacilación y dudas, el niño saltó por la oscura abertura del sótano. Rápidamente se sintió aliviado y a salvo entre los fuertes y amorosos brazos de su padre. Había aprendido una lección formidable que ya no podría olvidar por el resto de su vida.

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